(Lyudmila Pavlichenko)
Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército soviético contó con la participación de unas dos mil mujeres francotiradoras, de las cuales solamente llegaron a sobrevivir quinientas. La gran mayoría fueron nombres anónimos que perecieron en el campo de batalla junto a sus colegas masculinos. De las pocas cuyo nombre trascendió al frente de guerra fue Lyudmila Pavlichenko, una joven que estaba estudiando historia cuando la guerra estalló. Sus prácticas en un campo de tiro le sirvieron para entrar en el Ejército Rojo y convertirse en una de sus francotiradoras más letales.